Estimados padres de niños pequeños,
¡Bienvenido! Estamos agradecidos de que sus familias se hayan unido a nosotros para la Misa aquí en San Francisco de Asís. Es nuestra esperanza que sus
pequeños crezcan y se conviertan en miembros vitales de nuestra familia parroquial. Estamos agradecidos de que comiencen este viaje con nosotros.
¡Por favor relajate! Sabemos que no es fácil llevar a toda la familia a Misa, y puede ser aún más difícil mantener a todos sus pequeños quietos durante todo el tiempo, pero sus hijos deben saber que esta iglesia es su hogar y nosotros, la comunidad, estamos todos
hermanos y hermanas. Deben sentirse bienvenidos y en casa en este lugar de oración, en la casa de Dios.
Les invitamos a cantar, orar, enseñar, responder y explicar lo que está pasando en la Misa con sus hijos. Nuestra liturgia está llena de vida y nuestros pequeños aprenden a adorar a través de ti y tu participación. Los niños aprenden con el ejemplo, y su entrega y atención a Misa será su mejor lección.
Además, todos saben que los niños a veces lloran, hacen ruido o escapan de tu cuidado vigilante. ¡No se sienta abrumado y no tenga miedo de pedir ayuda! Somos una familia, y en la caridad cristiana estamos llamados a ayudar a nuestros hermanos y hermanas.
Estimados feligreses,
¡La presencia de niños en la Misa es un regalo para nuestra iglesia y una señal de que estamos creciendo! ¡Deberíamos regocijarnos de que nuestros niños estén con nosotros y que nuestra parroquia dé la bienvenida a una nueva vida! ¡Recuerde seguir alentando a nuestras familias jóvenes, ofrezca su ayuda si la necesitan y apóyelos lo mejor que pueda! Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan; porque de los que son como éstos es el reino de los cielos. (Mateo 19:14)
Padre Mark Zacker
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