A Pentecostés se le llama a veces el "Cumpleaños de la Iglesia".
Pero eso puede inducir an error, porque implica una especie de
aniversario más que un día de comienzo. Pentecostés no conmemora la fundación de una institución, sino el momento de recibir nuestra misión de ser discípulos que cambian el mundo.
Pentecostés es la fiesta que nos recuerda que somos personas llenas del Espíritu Santo.
Los bautizados, los confirmados, somos personas con dones que el mundo necesita desesperadamente: Sabiduría para la gente que busca sentido; Conocimiento para la gente que busca perspicacia; Curación para la gente herida por otros; Profecía para la gente que necesita dirección; Discernimiento para la gente que lucha por tomar decisiones.
Ser cristiano no es una afiliación, sino una forma de vida. A través de la venida del Espíritu Santo nos convertimos en la presencia misionera de Jesús en nuestro mundo de hoy. Cualquier "cumpleaños" que celebramos es nuestro regalo a los demás de la vida y el
amor de Jesús.
De manera especial quiero agradecer a nuestros padres, catequistas, y a nuestros chicos y chicas en formación religiosa al concluir su año escolar. Recibí una hermosa carta de Karyn Bonamo, una de nuestras catequistas, ¡detallando sus aventuras! Karyn comenzará su sexto año como catequista en otoño. Desde planear lecciones hasta organizar la Obra de Navidad; desde planear un Rosario Viviente hasta enseñar sobre los Santos; desde comprar Misales Infantiles para la Misa hasta crear Bolsas de Regalos para el verano, catequistas como Karyn demuestran que ser mentores de nuestros niños y niñas es la manera en que hacemos nuevos discípulos.
Como adultos, tenemos que dar un buen ejemplo, así como una buena enseñanza. Gracias, Karyn, y a todos nuestros catequistas y padres por no sólo enseñar a nuestros niños, ¡sino por mostrarles la vida en el Espíritu Santo!
Basta con mirar alrededor de nuestra parroquia para ver el Espíritu Santo. Verán a los que cantan y a los que leen; a los que predican y a los que saludan. Verán a algunos que dan de comer a los hambrientos y a otros que sirven en la oficina. Verán a algunos que decoran y a otros que enseñan. Algunos tienen un don para dirigir la oración, para criar niños, o para hacer que la gente se sienta como en casa --- todos tienen algún don del Espíritu Santo.
¡Y doy gracias a Dios por TODOS ustedes! ¡Feliz Pentecostés!
Padre Mark Zacker
Párroco
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