"¿Qué es lo próximo? ¿Qué hay de nuevo?" Con la conclusión de un año viejo y el comienzo de uno nuevo, los medios de comunicación ganan mucho dinero manteniéndonos al día de las novedades. Buscamos en Internet qué hay de nuevo. Algunas son dignas de celebración: quizá una nueva cura para el cáncer, un carro nuevo, un nuevo vestido. Otras son un poco más cautelosas: un nuevo conocido, un nuevo profesor, un nuevo jefe. Algunas cosas nuevas no se celebran en absoluto: un nuevo dolor en alguna parte, una nueva factura que no esperábamos. ¿Qué es lo próximo? ¿Qué hay de nuevo?
Casi todo el mundo afronta el año nuevo como algo digno de celebración. Quizá sepamos que nuestros propósitos del Año Nuevo nos van a convertir en ese tipo de persona que siempre hemos querido ser. O quizá simplemente nos alegramos de haber llegado hasta aquí. Sabemos que el nuevo año puede traer nuevos retos, nuevos peligros, nuevas tristezas, nuevas tragedias, no cosas que celebrar, sino por las que rezar. Y ésa es una buena razón para empezar el nuevo año aquí mismo, justo donde estamos ahora: pidiendo la bendición de Dios sobre lo que sea nuevo, sobre lo que el Año Nuevo tenga que traernos.
¿Y ahora qué? ¿Qué es lo nuevo? La bendición de Dios no es algo que siempre podamos ver. Los pastores del Evangelio vieron ángeles y al niño Jesús. El pueblo de Israel vio milagros después de que Jesús creciera. Los Apóstoles vieron a Jesús después de que había resucitado de entre los muertos. Hemos visto pasar otro año. Tenemos la palabra de Jesús para confiar en el nuevo año: "Yo estaré con ustedes todos los días". Y esa Palabra es carne: "Este es mi cuerpo entregado por ustedes".
Cuando los pastores vieron a Jesús, probablemente se parecía a cualquier otro bebé. Sólo tenían la palabra de los ángeles para creer que era especial. Nuestra hostia en el altar tampoco parece nada excepcional, pero la palabra de Jesús nos dice que lo es. Es Él, que está con nosotros, mientras hacemos nuestro viaje hacia un nuevo año. Es nuestra garantía de que contamos con la bendición de Dios mientras avanzamos.
¿Qué el lo próximo? ¿Qué hay de nuevo? Vamos a ver.
P. Mark Zacker
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