Comenzamos esta Semana Santa con la lectura de la Pasión del Señor del Evangelio de San Mateo. Es apropiado que durante esta semana centremos nuestras mentes y corazones en los pasos de nuestro Salvador cuando entregó su vida por nosotros. Pero consideremos también los aparentemente pequeños actos de amor de algunos de los que se encontraron con Jesús durante esta semana llena de acontecimientos.
Uno de ellos ocurrió cuando Jesús dio instrucciones sobre la habitación donde celebraría la Pascua. Jesús dijo: "Ve a la ciudad a cierto hombre y dile..." 'En tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos'". Aunque no
sabemos el nombre de este hombre, sí sabemos que accedió a esta petición: compartió el don material de su casa y el don de la hospitalidad.
Gracias a su amor, su propia casa se convirtió en el lugar de la institución de la Eucaristía. Eso es lo que hacemos aquí. Todos los días.
También Simón el Cireneo, que ofreció el don de su fuerza física, ayudando al Señor a llevar su cruz. Consideremos también las acciones de José de
Arimatea: compartió generosamente el don material de la tumba que era suya, y dio el don del servicio a nuestro Señor dándole una sepultura
adecuada. Luego estaban las "dos Marías" que regalaron a Jesús su tiempo. Velando después de su muerte, "permanecieron sentadas frente al sepulcro".
Cada uno de estos fueron simples actos de amor, sin embargo, Dios los
utilizó de manera poderosa. Dios nos invita a cada uno de nosotros, también, a cooperar con Él de pequeñas maneras, compartiendo nuestro tiempo, talento y dones materiales. Los pequeños dones pueden convertirse en obras poderosas cuando se ponen al servicio de Dios.
Mil gracias por todo lo que hacen para servir a Jesús en nuestra comunidad parroquial. Que el Señor les bendiga abundantemente mientras le sirven en esta Semana Santa.
Padre Mark Zacker
Párroco