Jesús habla en parábolas. Después de oír la de hoy, aquí tienes una más:
Érase una vez un rey que viajaba por el desierto seguido de sus siervos. De repente, uno de sus camellos tropezó y se cayó. El cofre que llevaba se le cayó de la espalda y se abrió de golpe. Las joyas, perlas y diamantes que contenía se desparramaron por el suelo. El rey
miró los tesoros y dijo a sus sirvientes: "Me voy. Quédense aquí y recojan las joyas. Lo que recojan, se lo pueden quedar". Y los dejó.
Después de viajar un rato, pensando que estaba solo, miró hacia atrás y vio a uno de sus sirvientes que le seguía. El rey preguntó al criado: "¿No son importantes para ti esas joyas? Podrías ser rico de por vida". El criado respondió: "Mi rey es más importante que todas las riquezas del rey".
"¿Adónde vas?", le preguntó alguien."Adonde vaya el Rey"."¿Sabes exactamente adónde va el Rey?""Me lo ha dicho de manera general, pero no estoy ansioso por saberlo. Sólo quiero ir con él". "Entonces, ¿no tienes ni idea de este viaje?""No, no tengo ni idea, salvo que será en compañía de mi Rey".
"Tu rey va a los Estados Unidos, Colorado, Castle Rock y muchos otros lugares. Tu Rey va a cambiar de trabajo y mudarse siete veces. Tu Rey va a envejecer, a ir al hospital, a la funeraria y al cementerio. ¿Quieres decir que tú también quieres ir allí?"
"No, la verdad es que no. Lo único que quiero es estar cerca de mi Rey. No me importa a dónde vaya, excepto en la medida en que él vaya a estar allí. No voy tanto como para seguirle. No quiero hacer este viaje, pero la presencia del Rey me basta".
¿Te basta la presencia del Rey? Habla con Él ahora.
Padre Mark Zacker
Párroco
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