Living up here on the hill with St. Francis, you might think there’s a lot of silence. With the wind roaring lately, it sounds more like a hurricane. At night, most times, however, I might just hear the train whistle from a distance and some coyotes howling. As the dawn rises earlier and earlier this time of year, I start hearing birds singing earlier and earlier in the morning. By summertime, I recorded birds waking me up as early as 4:20 AM. So, I get up, make a cup of coffee, pray and enjoy. Actually, I realize that there is a lot going on here on the hill when I slow down long enough to listen.
In the opening lines of today’s Gospel Jesus says, “Go out into the world and proclaim the Gospel to every creature.” It seems almost beyond imagination, doesn’t it, the thought of proclaiming the Gospel to the creatures of the earth? Saint Francis is famous for doing it. But how could I possibly consider proclaiming the Gospel to the birds, who are singing the Gospel every morning? Or to the daffodils and crocuses that have just risen from death to new life? Or to the sun who shines the Good News every day? Saint Francis might have said that “A tree gives glory to God by being a tree.” What more Gospel could a tree possibly live than existing as its very self? Just by being, the creatures of the natural world preach the Gospel to us.
So what could Jesus possibly mean, proclaim the Gospel to every creature? We might have more to learn from the creatures than we have to teach. So maybe there is a lesson here. What would it look like, if we approached evangelization, approached spreading the Gospel, in the same way that the natural world spreads the Gospel to us? Not with words and doctrines or winning arguments, but instead with radical presence, radical attention, and a demonstration of what it means to live authentically and with love as Christ every single day? Well now, that’s what Saint Francis did!
Today is Ascension Sunday. Today is Mother’s Day. Each of us is called to carry on the mission that Jesus started, the mission of co-creating the Kin-dom of God. This is the beauty and the power of the Christian faith– we are charged with being the Body of Christ that was introduced to the world at the first Christmas and conquered sin and death at the first Easter. How better to live like Jesus, how better to live the Gospel, than to take a lesson from the creatures? By living as we are called to live, by proudly living as we were fearfully and wonderfully made, we don’t just preach the Gospel. We embody it in love and action as Saint Francis did.
Fr. Mark Zacker
Pastor
Viviendo aquí arriba en la colina con San Francisco, se podría pensar que hay mucho silencio. Con el viento que ruge últimamente, parece más bien un huracán. Por la noche, sin embargo, la mayoría de las veces sólo oigo el silbido del tren a lo lejos y el aullido de algunos coyotes. Como en esta época del año amanece cada vez más temprano, empiezo a oír el canto de los pájaros cada vez más temprano por la mañana. En verano, los pájaros me despiertan a las 4:20 de la mañana. Así que me levanto, me preparo una taza de café, rezo y disfruto. En realidad, me doy cuenta de que pasan muchas cosas aquí en la colina cuando me detengo lo suficiente para escuchar.
En las primeras líneas del Evangelio de hoy, Jesús dice: "Vayan por el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura". La idea de proclamar el Evangelio a las criaturas de la tierra parece casi inimaginable, ¿verdad? San Francisco es famoso por hacerlo. Pero, ¿cómo podría yo pensar en anunciar el Evangelio a los pájaros, que cantan el Evangelio cada mañana? ¿O a los narcisos y azafranes que acaban de resucitar? ¿O al sol que hace brillar la Buena Noticia cada día? San Francisco podría haber dicho que "un árbol da gloria a Dios siendo un árbol". ¿Qué más Evangelio podría vivir un árbol que existir como él mismo? Por el mero hecho de ser, las criaturas del mundo natural nos predican el Evangelio.
Entonces, ¿qué podría querer decir Jesús con proclamar el Evangelio a toda criatura? Quizá tengamos más que aprender de las criaturas que lo que nosotros tenemos que enseñar. Así que tal vez haya una lección aquí. ¿Cómo sería si abordáramos la evangelización, la difusión del Evangelio, de la misma manera que el mundo natural nos difunde el Evangelio a nosotros? ¿No con palabras y doctrinas o argumentos ganadores, sino con una presencia radical, una atención radical y una demostración de lo que significa vivir auténticamente y con amor como Cristo cada día? Pues bien, ¡eso es lo que hizo San Francisco!
Hoy es el Domingo de la Ascensión. Hoy es el Día de la Madre. Cada uno de nosotros está llamado a continuar la misión que Jesús comenzó, la misión de co-crear el Reino de Dios. Esta es la belleza y el poder de la fe cristiana: estamos encargados de ser el Cuerpo de Cristo que fue presentado al mundo en la primera Navidad y venció al pecado y a la muerte en la primera Pascua. ¿Qué mejor manera de vivir como Jesús, qué mejor manera de vivir el Evangelio, que tomar ejemplo de las criaturas? Al vivir como estamos llamados a vivir, al vivir con orgullo como hemos sido creados, no sólo predicamos el Evangelio. Lo encarnamos en el amor y en la acción, como hizo San Francisco.
P. Mark Zacker
Párroco
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